Lo que si fue sorpresa fue quienes lo ejecutarón, y su intención. Los militares de línea dura, el movimiento generacional del equipo de Molina.(Vides/García) y los oficiales jóvenes estrechamente asesorados por profesores jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA), Tenía planes para dar un golpe de estado desde abril El plan de los jóvenes oficiales fue el que, finalmente , se materializó.
A diferiencia de otros golpes de estado que únicamente habían controlado los cuarteles de San Salvador, este golpe de abarcó a casi todas las instalaciones militares en el país. Incluso la Guardia Nacional, tradicionalmente leal al presidente de turno, también se alineó con los golpistas. Solo la Policía de Nacional y una compañía de paracaidistas de la Fuerza Área apoyaron brevemente a Romero. Al igual que el golpe de estado de 1960, el movimiento de 1979 fue respuesta al fracaso de la represión para lograr estabilidad política. El golpe buscó establecer un gobierno legítimo que incluyera civiles opositores y anunció reformas radicales para modificar la estructura ecónomica de la sociedad. Los oficiales jóvenes emitieron una proclama en la que denunciaban "privilegios ancestrales" de las "clases dominantes" y prometían una disribución equitativa de la riqueza nacional" a través de una reforma a la agricultura, al sistema de impuestos, a los servicios sociales y las leyes laborales. También se referían al fin de la represión, que sería alcanzado por desmantelamiento de ORDEN, el combate a "las organizaciones extremistas que violan los derechos humanos", la reestructuración de las fuerzas de seguridad y la reforma del sistema judicial. Finalmente, se referían a que las fuerzas armadas " crearían un clima propicio para realizar auténticas elecciones libres dentro de un peíodo razonable de tiempo". El énfais de los militares jóvenes en una amplia participación política y el fin de la impunidad militar anticipaba elementos clave de los acuerdo de paz firmados por el gobierno y las guerrillas doce años despues.
